"El hombre es menos sincero cuando habla por su propia cuenta, darle una máscara y os dirá la verdad".
O. Wilde.
El desvelamiento de la verdadera naturaleza humana es uno de los principales objetivos de el marqués de Sade en cada una de sus obras. Para él la moralidad religiosa (cristiana particularmente) ha tornado a los individuos en contra de su propios instintos y los ha convertido en presas de sus propias máscaras. En ese sentido el loco, el anormal muestra la locura de la humanidad en general y desde su particularidad revela la anormalidad del colectivo.
Con precisión clínica nos muestra los dos extremos de la vida del hombre, o bien somos todos presidiarios y carcelarios de nuestra máscara o de nuestro cuerpo, uno y otro son las cárceles ineludibles de las que no puede escapar la sanidad humana. Su conclusión general, el ser humano es un enfermo irremediable.
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