domingo, 10 de junio de 2012
El Arte Libertino
El ambiente Hedonista y lúdico expuesto en las líneas de los textos libertinos, la representación de las carnes y texturas, son mostradas y aplicadas de manera similar, a las pinceladas del rococó. Este Cuadro que presento aquí, llamado “El Columpio” (1767) del magnífico Fragonard me transporto al cuento libertino “No hay mañana” (o viceversa), el paisaje frondoso como fondo, la belleza de los colores y texturas, recuerdan a aquel paisaje en donde los “enamorados” conversaban y se entregaban a la pasión, ese espacio con aire de paraíso griego. La Madame con sus respectivos gestos de coquetería lúdica, que deja caer su zapato sobre los pretendientes que sucumben ante sus encantos. La pincelada abocetada, permite relajar al espectador y lector abandonándolos en la simple escena. Sin lugar a duda la influencia que ejerce el uno al otro, sobresale, o así lo he visto yo, no solo porque sus desarrollos se encuentran en el siglo XVIII sino también por la preocupación de ambos por lo estético y su delicadeza al presentarlo.
La moral y literatura libertina, el libertino y el lector
domingo, 13 de mayo de 2012
Un personaje.
viernes, 16 de marzo de 2012
martes, 13 de marzo de 2012
La máscara reveladora
Luego, en el s. XVI se crean las mascaradas, influenciadas por estas fiestas bacanales. En este caso, la mascarada es una festividad cortesana que ha representado un papel importante en la vida de los libertinos, pues en ella las personas pueden disfrazar su rostro y ser alguien que no debe afrontar la realidad públicamente, sino escondido de los que acechan con ojos críticos. Aprovechando el uso de su disfraz, el libertino puede dar rienda suelta a sus deseos más básicos sin tener en cuenta, hasta cierto punto, las repercusiones de sus actos.
En "La filosofía en el tocador" de Sade, la Sra. De Saint Ange nos eplica que una mujer al estar casada, debe mantener sus relaciones sexuales con otros en secreto, y siempre mantener dichas relaciones como algo pasajero, es decir, no tomar amantes. Para este propósito recomienda pagar a los hombres o tener sirvientes que hagan lo que se les pida, pero una de las mejores ocasiones para dichos encuentros sexuales son las mascaradas. Éste es el ejemplo perfecto para explicar cómo la verdadera naturaleza de las personas sale a relucir cuando se cubre en el secreto. En público, la mujer casada juega su papel de obediencia y recato, pero la máscara le permite liberarse y revelar su verdadera persona.
lunes, 27 de febrero de 2012
El sofá: la retorica de Nansés.
Nansés, al manejo de Crebillon, ha construido un discurso y un ambiente lleno de circunloquios, eufemismos, metáforas y palabras con doble sentido, que han engañado a la libertina y divertida Zulica. Lo sorprendente es que una acción tan deshonesta y a veces transgredido por parte de Nansés, envuelven a Zulica con suavidad en sabanas de palabras que le dan la comodidad de liberarse -otra vez- frente a un desconocido.
Deduzco que por debajo de ese mantel de críticas a la hipocresía de los parisinos más influyentes de la época, se encuentra ese morbo de escribir lo prohibido, de poder tener la libertad de narrar escenas maquilladas de aquellos actos pasionales
sábado, 25 de febrero de 2012
Elementos
si bien El sofá es un texto en que las seducciones se llevan acabo apartir de la palabra, y es un buen ejemplo para lo que hemos dicho en el seminario de como se llega a la seduccion; hay que aclarar que el dialogo no siempre tiene que ser hablado, puede ser un intercambio de gestos sin la necesidad de articular palabra alguna.
lunes, 13 de febrero de 2012
En cualquiera de los casos la política es un juego de seducción y de estrategia nadie muestra sus verdaderas intenciones, como una mujer que aparenta recatamiento, el diplomático juega a ocultar, a disimular lo que realmente quiere. Las afirmaciones absolutas son prohibidas es por ello que para Casanova no existe el sí y el no como sentencias, son una negación de sí. Él, que es un diplomático, seduce en su profesión y es seducido en la alcoba. Un político perfecto.
viernes, 3 de febrero de 2012
Todo un teatro.
Escenario, actores, espectador. Los tres elementos esenciales de una representación teatral. Los mismos tres elementos que dan unidad a los relatos de El Sofá. Cada una de las narraciones, incluyendo el marco de todos los cuentos, son montajes de teatro, en donde el escenario es el cuarto, el tocador de la dama; los actores son los amantes y el espectador siempre es el Sofá, que también se convierte en actor la mayoría de las veces.
Crébillon entiende que el juego de la seducción es todo un teatro, que ambos actores conocen el final de la obra, pero que su parte de mayor disfrute es el momento de la actuación, el del mutuo engaño, la ficcionalización, donde ambos actores deben asumir distintos roles para alcanzar su objetivo.
Además, el autor sabe también que quien más satisface su voluptuosidad es el espectador, el mirón, el voyeur que está presente en todos sus relatos, no los actores que llevan a cabo la acción. Por eso Amanzei se convierte en un libertino más, el que mayor disfrute alcanza en cada cuento que relata. El lector, así como Amanzei, como el sultán, disfruta de cada uno de los relatos, se convierte quizá en el mayor mirón de la obra; el lector es el verdadero espectador de todo el teatro que es El Sofá, el más voluptuoso, el gran espectador, y por lo tanto, el mayor libertino de la obra.