lunes, 17 de octubre de 2011


El sentido pendular de libertin

La palabra libertin está signada por la ambivalencia. Por un lado, alude a la libertad y autonomía, condición indispensable para salir de la minoría de edad y lograr el blasón de ilustrado ( Kant dixit). Por otro lado y en el contexto moral y literario dieciochesco, la palabra apunta a una figura licenciosa.
Paul Valery en Visiones sobre el mundo actual (1960) ensaya:
En Roma hay dos acepciones de los hombres libres: si hubieran nacido de padres libres, se les llamaba "ingenuo"; si fueron puestos en libertad, se les decía, "libertinos". Mucho más tarde se llamó "libertinos" a los que afirmaban que habían liberado su forma de pensar y, pronto, este hermoso título estaba reservado para aquellos que no conocieron las cadenas del ordenamiento moral.

Como dice Marc Andrés Bernier (2001)- a quien debemos estas notas- la palabra libertin, desde el Siglo XVI, se mueve semánticamente entre la libertad del espíritu o pensamiento y la liberación de las costumbres. De hecho podemos ver la sinonimia entre el término libertino y otros como “affranchi”(liberado) de los Antiguos, “sectaire” (secatario) en el Siglo XVI, “esprit fort”(librepensador) del Siglo XVII y “débauché”(libertino).
Al respecto, John Stevenson Spink, en su libro French Free-Thought from Gassendi to Voltaire (1960) dice:
A mediado del Siglo XVI, se designa bajo el nombre de “libertin” una secta protestante […], pero no es posible vincular el uso antiguo del término con la acepción generalizada en el Siglo XVII […] Des de sus orígenes, por tanto, los adversarios de libre pensamiento asumieron que libre pensamiento procede necesariamente de una vida libre de limitaciones.

Gerhard Schneider (1970) habla de la aparente contradicción en el siglo XVI de la palabra libertino, entendida como librepensamiento y, además, como conducta liberada, pero sin dejar de acentuar el carácter peyorativo. De hecho si se revisa filológicamente su origen, vemos que Ronsard- integrante de La Pléyades neoclásica- se refiere a Horacio como hijo de un libertinus, bajo y lento. También, los traductores de la Biblia al francés del año de 1530 hablan de “Sinagoga de libertinos”, entre los que disputaban con San Esteban en el Capítulo 6, versículo 9. Igualmente, un Calvino en su Breve introducción para armar a todos los fieles buenos contra los errores de la secta anabaptista (1544) señala en el subtítulo que la obra se dirige contra la secta de los libertinos quienes son acusados de estudiar más de lo que debe saber, y en consecuencia, de trastocar la libertad cristiana en licencia de la carne.  Un ejemplo de ello lo tenemos en maridos que profanan los preceptos matrimoniales, tratando las mujeres como bestias, llevados por la curiosidad intelectual. En el siglo XVI un libertin era un hombre de baja extracción o un incrédulo dentro de las guerras religiosas que marcaron tal época. Para Calvino, la libertad de espíritu significa anarquía o una forma negativa de libertad.
Esta sectas que racionalizan la religión fueron libertinos que en la medida en convirtieron en acto de fe la actividad humanística. François de La Noue en su libro Discurso político y militar de 1587 suaviza la definición de “libertin” como aquella gente de vana filosofía que enlaza la felicidad a las cosas sensibles y corporales. De esta manera se va a manejar la acepción en el siglo XVII. Atomista como Gassendi  y su Cofradía de la Botella y los textos blasfemos del Barón Du Blot hacen una crítica positiva de la religión y abogan por una poesía libre.
Garasse en 1623 señala con exactitud lo que sus contemporáneos conciben como libertin:
Los libertinos son moscas de tabernas, espíritus insensibles a la piedad, que no tienen otro Dios que la barriga, que se enrolan en la Cofradía de la Botella…también son conocidos como aprendices del ateísmo.

Garrase también señala que son amantes de la bella letras y bufones, hijos de Rabeleis. Esto quiere decir que el siglo XVII mantiene la visión pendular de libertad como inmoralidad.
Los diccionarios de la época relacionan libertinaje con epicureísmo, sensualidad, licenciosidad, lo disoluto, desarreglo de la vida, el desorden, una de la especies de ateísmo. Garasse puntualiza que los libertinos cerraron los ojos de los epicúreos para saciar brutal voluptuosidad, como cerdos en el barro, con el pretexto de que nuestra alma es mortal.
En el famosos diccionario de la Academia francesa de 1694 se define el libertinage como el estado de una persona que testimonia poco respeto por la cosas de la Religión. Se entiende como Debache y mala conducta.
Al entrar al siglo de la luces, hay una desactivación del elemento subversivo del término. Eros y la filosofía se declaran incompatibles. Por un lado está el ilustrado que bajo la libertad utiliza correctamente la razón y, por otro, está aquel que utiliza mal la razón para justificar la inmoralidad del espíritu y de la carne. Aquél que busca la verdad dentro del marco de las buenas costumbres y bajo la legitimación de la razón de todopoderosa de dios es aquel que puede andar libre iluminando el porvenir. El otro o el mismo , pero con el resguardo de la clandestinidad, es aquél que escribe, manifiesta o expresa mediante libelos no sólo su ateísmo, sino sus ideas subversivas sobre la política, la estética y la moral. El libertino es aquel que usa la razón de manera exótica para acentuar el gusto individual y, generalmente, aquel que convierte hedonismo en principio de vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario